viernes, 2 de mayo de 2014

Entrada de prueba

Cuando mi madre me pidió que le hiciera una tarta roja para regalar a su mejor amiga, lo primero que pensé fue en una red velvet aunque tras darle varias vueltas acabé decidiéndome por hacer una tarta roja de fondant y ponerle una flor de azúcar hecha por mí. Aunque hacía siglos que no tocaba fondant (bueno, en realidad casi no lo he hecho, jeje), sabía que era la opción más bonita y vistosa para lo que me había pedido mi madre.

Como últimamente voy muy de bólido con miles de cosas (entre mi web de diseño de blogs, mis colaboraciones para distintos blogs, mi hijo, una mudanza y miles de cosas más), se me ocurrió probar a pedir el pastel ya hecho y forrado con fondant para poderlo decorar yo a posteriori. ¿Y quién mejor que Suggart, uno de mis sponsors para encargarle una tarta de fondant?

Lo cierto es que aluciné con como lo tienen organizado, te envían el pastel, del sabor y relleno que escojas ya forrado con fondant, además forrado perfecto y puesto de tal forma dentro de la caja que es imposible que se muevan y estropeen. Encargué dos pisos, uno ficticio (es decir, un dummie forrado con fondant y otro con bizcocho relleno de toffee-caramelo).